miércoles, 6 de mayo de 2015

El empacho del pájaro (poesía)



Me levanté empachada,
el vientre torcido en una mueca,
Un globo grotesco de tacto naftalina,
Dentro,
cada trago de los espejismos de otros,
La acidez gástrica de los retratos de otros.
La bilis se acentuaba en mi gaznate,
me perforaba las entrañas.
Estaba empachada de soledad,
de iluminarias surgidas de armarios perecederos.
Cada grano de mi vientre
había sido introducido a la fuerza,
Rasgándome el esófago,
Cada experiencia consumada
había creado el alpiste pétreo
que tenia que vomitar.
A cada expiración mi deformado cuerpo
se movía como las cuerdas
de un piano de alambre.
Me tumbé de costado,
la colcha en el suelo
dibujaba la sombra de lo que fui.
Metí los dedos en mi boca,
Raspé los nudillos con los dientes lisos,
y vino una arcada cargada de calor salival,
noté húmedas las yemas,
otra arcada,
Mi cuerpo convulsionaba cada esfuerzo,
Sentí la acuosidad de la bilis,
el olor efímero y nauseabundo de mis flujos.
El ultimo toque de campanilla
sirvió para que esparciera en la alfombra
los restos de nuestro romance.



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